Las piscinas municipales de Jimena y San Pablo no abrirán sus puertas en la fecha prevista debido a un incumplimiento con la normativa vigente en relación a las obras realizadas en las mismas. Concretamente, son las nuevas escaleras de acceso al agua las que incumplen con lo legalmente establecido para este tipo de piscinas.

El concejal de vías y obras se ha apresurado estos días a lanzar la noticia de las nuevas reformas en las escaleras y en la inminente apertura de ambas piscinas. Quizá debería haber revisado con anterioridad los proyectos técnicos antes de ejecutarlos.
Todo esto va a suponer un coste añadido que, claramente, pagaremos todos los vecinos. Se deberán vaciar las dos piscinas, arreglar el desperfecto y volver a llenar. Teniendo en cuenta también las horas extras de los trabajadores y los costes de material.
Para meter tercera, primero segunda.
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